La benevolencia de la tierra venezolana le otorga cualidades únicas al Ron Diplomático. ¿Por qué? Te contamos
En el corazón de la selva tropical venezolana, a los pies del Monte Andino, se encuentra la destilería de Ron Diplomático. En este lugar se elabora uno de los rones más premiados del mundo.
La historia de Diplomático comienza en el siglo XIX, con Don Juancho Nieto Meléndez, un hacendado venezolano apasionado por las bebidas. En su hacienda, Don Juancho dedicó gran parte de su tiempo a la elaboración de rones.
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En 1959, sus descendientes fundaron la empresa Ron Diplomático. La destilería se construyó en el mismo lugar donde Don Juancho había realizado sus experimentos y se sigue utilizando la misma agua pura de la selva que él usaba para su producción.
El ron Diplomático se elabora a partir de la melaza de caña de azúcar, que se fermenta para obtener un líquido dulce y aromático. Luego, se añeja en barricas de bourbon, whisky, roble americano nuevo o jerez, durante un mínimo de dos años. El añejamiento en barricas de bourbon aporta aromas a vainilla y caramelo, mientras que el ron que envejece en barricas de jerez aporta notas a frutos secos y especias.
El clima y la naturaleza de la selva tropical venezolana juegan un papel fundamental en el sabor de la bebida. El calor y la humedad de la región ayudan a que el ron se desarrolle de forma lenta y uniforme, adquiriendo las notas características del destilado.
La variedad de caña de azúcar utilizada también es importante. Para su producción, Diplomático solo utiliza caña de azúcar cultivada localmente, la cual se obtiene de una radio de 100 km alrededor de la destilería.
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