Uno de los factores más importantes para la vid es la altitud, ¿conoces a qué altura se producen tus vinos mexicanos favoritos?
México tiene un territorio amplio y diverso en cuestión de campos de vid. Actualmente encontramos viñedos a lo largo del territorio nacional con características diferentes y por ello, tenemos diferentes vinos que reflejan la tierra de la que se originan.
Y es que, la altitud desempeña un papel fundamental en el cultivo de la vid y la producción de vino. A medida que la altitud aumenta, se experimentan cambios significativos en factores como la temperatura, la exposición solar, la precipitación y la calidad del suelo, lo que influye en el desarrollo de la uva y en el carácter del vino resultante.
A mayores altitudes, las temperaturas tienden a ser más frescas, lo que favorece una maduración más lenta de las uvas. Esto puede resultar en vinos con mayor acidez, aromas más frescos y una mayor concentración de sabores.
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Además, la amplitud térmica entre el día y la noche en regiones montañosas puede ser beneficiosa para la calidad de la uva, ya que promueve una maduración más equilibrada.
En contraste, en altitudes más bajas, las temperaturas suelen ser más cálidas, lo que puede dar como resultado vinos más robustos, con mayor contenido de azúcar y alcohol.
Nuestras zonas vinícolas cuentan con entornos únicos, que en conjunto con otros factores nos brindan una experiencia distinta según cada región. Aquí te contamos de algunos:
Valle de Guadalupe, Baja California (Altitud: 100 – 350 metros):
El conocido Valle de Guadalupe localizado a 37 kilómetros de Ensenada, y es una región integrada por las delegaciones de Francisco Zarco, San Antonio de las Minas y El Porvenir. Gracias a su elevación cuenta con un micro clima mediterráneo ideal que ha beneficiado durante años las actividades vinícolas.
Valle de Parras, Coahuila (Altitud: 1,500 – 2,200 metros):
Ubicada al sur del estado y al pie de la Sierra Madre Oriental, cuenta con capas profundas de agua acumulada que alimentan pozos y ayudan al cultivo en el campo. La altitud da más horas de frío, permitiendo que la uva madure de una manera especial.
- Dolores Hidalgo, Guanajuato (Altitud: 2,000 metros):
El clima semiárido de esta región y de los campos cercanos a San Miguel de Allende es propicio para viñedos de arcilla o arena, enfocados en el riego adecuado en los meses más secos. La “Mesa Central” es una zona casi plana con clima semiárido que se ha trabajado por las bodegas de la zona.
Valle de Querétaro, Querétaro (Altitud: 1,800 – 2,800 metros):
La vid ha prosperado en esta región por su clima semiárido, con lluvias que comienzan en abril y ayudan a la maduración de la planta. La mineralidad del suelo es algo que definitivamente marca el desarrollo de la vid y la uva. La altitud ayuda en la frescura de los municipios manteniendo una temperatura máxima de 30° C y una mínima de -5° C.
Zacatecas (Altitud: 2,000 – 2,800 metros):
Este estado se encuentra entre la Sierra Madre Oriental y la Sierra Madre Occidental, con grandes elevaciones en mesetas que llegan hasta 3,000 metros sobre el nivel del mar. En los viñedos de la región, el clima único repercute en la uva, el grosor de su piel y la concentración de la fruta.
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