En la terraza Altanera, la propuesta culinaria de la chef Lula Martín del Campo, tendrás la vista 360° de Ciudad de México
Siempre es un gusto contar con espacios que recuerden lo bella que es Ciudad de México; si a eso le sumamos una decoración cuidada hasta el último detalle y un menú inspirado en la comida mexicana, estamos ante una experiencia que hay que vivir. Esto es Altanera.
Ubicado en el piso 8 y 9 de Colima 161, en la colonia Roma, está Altanera, un restaurante que deja ver lo bonito de esta metrópoli desde sus grandes ventanales. Cada espacio está rodeado de naturaleza gracias a la vegetación que posee; a los tonos tierra del mobiliario o los jades de ciertas paredes.
Pero el objetivo de este lugar va más allá de tener un espacio espectacular en cuanto a su decoración, lo medular es llevar a lo alto la cocina mexicana y para ello cuentan con una de las chefs más reconocidas de esta industria, Lula Martín del Campo.
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Para abrir el apetito, el coctel Aztlán es una buena opción, pues la combinación de maracuyá, naranja y jugo de limón con bacanora resulta fresco e ideal para iniciar la aventura culinaria.
Además, cabe señalar que aquí no solo hay tequila o mezcal, también aparece la raicilla, sotol y por supuesto, bacanora, dentro de su carta.
La experiencia de Altanera
Lo primero que llega a la mesa es un trío de salsas, para acompañarlas, están las tostadas con polvo de chiles. En esta cortesía destacan los elementos de la famosa triada mesoamericana: maíz, frijol y chile, los cuales son el eje central del menú de Altanera.
Sin embargo, mar y tierra también se conjugan en esta terraza. Para demostrarlo está el tiradito y el ceviche de totoaba, un pez blanco endémico de México, el cual traen de granjas de domesticación para preservar la especie, pues su pesca en mar abierto es ilegal.
En contraste, está el sope de lengua con maíz blanco y azul como base así como el salmón con mole y elotitos acompañado de tortillas hechas a mano y arroz rojo, cada componente tiene un sello especial que recuerda a los platillos de casa, aquellos elaborados por las mamás o las abuelas.
Una particularidad de Altanera es que aunque la vajilla tiene un hilo conductor dentro de su estilo, lo cierto es que cada plato es distinto, demostrando la versatilidad y creatividad de las manos artesanas de nuestro país.
Dulzura a la mexicana
Para cerrar la experiencia, dos postres son de aplaudir, el pastel de tres leches de horchata con esas juguetonas obleas de colores que lo coronan y la salsa de horchata, que baña el pastel de vainilla en la mesa, a la vista de todos.
La segunda dulzura, el hojaldre de ate con queso y helado de vainilla, no solo destaca sabores mexicanos sino que puede llegar a evocar aquel postre sencillo que algunas familias mexicanas consumían para terminar sus comidas, el ate con queso.
La propuesta culinaria de la chef Lula Martín del Campo siempre es garantía, aunque si buscas algo distinto a la carta regular, pregunta por las sugerencias de la semana. Por supuesto, cada plato y bebida está acompañada de la increíble vista 360° de Ciudad de México.
Altanera
📍Colima 161 piso 8 y 9, Roma, CDMX.
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