✍️: Daniel Pineda R.
¿Sigues creyendo que el croissant es francés? Quédate a descubrir su verdadero origen y celebra el día Internacional del Croissant con esta delicia
Así es, el croissant no es de origen francés. Aunque se popularizó en el territorio galo gracias a la unión entre María Antonieta de Austria y el rey Luis XVI alrededor del siglo XVII, el pan favorito de nuestros corazones no es de Francia.
Cuenta la leyenda que esta pieza de pan sublime, tiene sus orígenes en la guerra entre Viena y el Imperio otomano a finales del siglo XVII, cuando el Imperio pretendía extender su territorio hacia estas tierras y quisieron dar un “madruguete” invasivo.
Lo que los otomanos no contaban es que los panaderos austriacos solían hornear a altas horas de la noche, lo que les permitió descubrir el plan del ejército, haciendo que alertarán a las tropas vienesas y llevando al triunfo al ejército austriaco.
Como motivo de celebración y para honrar la victoria, los panaderos austriacos crearon un pan llamado kaisersemmel, “panecillo imperial” en alemán, y otro llamado kipferl o hörnchen, que significan media luna en austriaco y en alemán, dando paso al nacimiento del ya conocido croissant.
🥐 Años más tarde, se nombró al 30 de enero como el día Internacional del Croissant.
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De Viena para el mundo
Con la llegada Maria Antonieta a Francia y en la melancolía por sus tierras, introdujo el croissant a la corte de Versalles para que, años más tarde y con ayuda del pandero August Zang el croissant cobrara fama en toda Francia. Esto dio paso a las llamadas croissanteries, en donde se servía esta delicia a todas horas, pero principalmente a la hora del desayuno y la cena.
El croissant y sus hermanos
En la antigüedad, ya existían panes en forma de media luna elaborados en rituales paganos, principalmente en lugares como Argelia con el tchareke, o el ay çöreği de Turquía, el kifli serbio, el kiflice húngaro, el giffel sueco, el rogal polaco o el rožok en Eslovaquia, que son algunos ejemplos de la similitud en la forma de este representante de la panadería internacional.
Así es que la próxima vez que quieras parecer un erudito del pan más famoso del mundo, no olvides que Francia fue el medio, pero Viena el nacimiento.
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