Colonia Meadery: el mead sabe a mead 

✍️: @mil.en.a

📸: Nizaguiee Hidalgo

De la curiosidad nace la pasión (y el negocio) que ahora atrae a nuevos entusiastas a esta propuesta única en su especie.

Abran la llave de los sifones y junten las mesas, que hay espacio de sobra: en Colonia entramos todos. Este taproom especializado en hidromiel abrió sus puertas en agosto de 2022 con una intención clara: ofrecer un resultado hermoso del camino autodidacta. Tras cinco años de experiencia formal a cuestas, en Colonia han logrado aterrizar los sabores que les complacen, la conservación ideal y la calidad deseada, creando así el primer showroom de mead de la ciudad.

Dennis H. Lazarus, fundador de Colonia, Lazarus & Colin y meadmaker, reconoce ser un geek empedernido. Desde la primera vez que escuchó acerca del hidromiel, hace más de 15 años, con uno de sus actuales socios, se convirtió en su obsesión. Encontrar vida en el proceso de fermentación fue parte de las motivaciones que los impulsó a fijar metas alrededor de este producto.

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Con una idea clavada entre ceja y ceja y sin mucha información a la mano (el internet todavía estaba muy joven hace 15 años) se enteraron de que otra persona de su círculo cercano estaba intentando crear un mead en la cocina de su casa. No dudaron en unirse y aventurarse a un terreno desconocido, lleno de retos. Constantemente repasan sus propios procesos para entender qué elementos mejorar para optimizar la producción y hasta contemplan vender todas sus etiquetas (compuestas por ocho meads tradicionales y cinco variantes) al unísono más adelante.

Ahora, entrando en materia: aquí debemos esperar todo menos esos maridajes tradicionales que acostumbramos con vino, cerveza, sake… no hay que estar versado en el tema para disfrutar al máximo (y si quieres profundizar, ellos mismos te darán el recorrido y explicarán cada parte del proceso). La forma como te hablan del hidromiel jamás parte de la pretensión sino del aprendizaje y la apreciación intuitiva. A base de mieles nacionales mono o multiflorales, variantes con fruta, especias o cerveza y sin superar los 12º alcohólicos, no sólo se proyecta como la bebida predilecta de este verano sino como el pionero que marca un precedente. Que no extrañe ver iniciativas similares en un futuro cercano.

La experiencia no se limita a la bebida (que a su vez no sólo se limita al mead; hay todo tipo de opciones). Un menú, sobre todo carnívoro, conceptualizado por Álex Chávez y ejecutado por Arturo Hernández, goza de contrastes, texturas y diferentes tipos de porciones para compartir o disfrutar a menor escala. Entre los favoritos se encuentra el queso brie hojaldrado, la incisiva ensalada de coles de Bruselas y un auténtico sikil pak para iniciar. Como plato principal, el short rib braseado, acompañado de puré de papa y jugo de carne, promete alegrar a todos en la mesa. En formatos individuales, el slider de chamorro o el taco de pork belly te obligarán a fijar fecha para tu próxima visita.

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“Tenemos 15 años tratando de definir qué es el mead. Y la verdad es que… sabe a mead”, apuntan. No sabe a “nada” porque no evoca recuerdos ni carga referencias, permitiendo crear memorias nuevas a través de él. Sabe a raíces, a esa historia ancestral arraigada que estuvo presente en todas las culturas desde la antigüedad. Puedes saborear ese proceso (y esfuerzo) que permite que tu paladar aprecie productos que llevan siglos macerándose para que hoy lo puedas vivir, hecho con amor, en el corazón de la Ciudad de México.

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Colonia

📍Calle General Prim 66, Colonia Juárez, CDMX.