El clásico de Wimbledon: fresas con crema

Game, set, match! La final de Wimbledon está aquí y también sus tradiciones de un elegante evento deportivo. Conoce el origen de las fresas con crema que se comen aquí

Si hay un torneo en el que se despliega elegancia y sofisticación es el Campeonato de Wimbledon. Aquí, además de ser un espectáculo de fuerza, velocidad y resistencia por parte de los jugadores, se despliega un desfile de sofisticación desde la vestimenta de los asistentes hasta la botana que se ofrece en el recinto.

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Después de una semana llena de partidos emocionantes de tenis sobre césped, la final está cerca. Y para disfrutar el último partido de este deporte al aire libre que marca la temporada de verano, no hay nada mejor con las clásicas fresas con crema.

Este postre es tan emblemático de Wimbledon como el césped verde y los jugadores de blanco, y su historia se remonta a finales del siglo XIX. Se cree que la tradición comenzó desde el primer torneo, en 1877, cuando los asistentes al torneo podían disfrutar de esta fruta de temporada en los jardines exteriores.

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Los productos de este postre son locales y de la más alta calidad, ya que pasan una inspección severa para garantizar la frescura de los ingredientes. Las fresas que se utilizan para este postre provienen principalmente de las regiones del sureste de Inglaterra que cultivan esta fruta especialmente para el evento, mientras que la crema espesa debe ser elaborada con leche de vaca de las mejores granjas inglesas.

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Hoy se consumen más de 28 millones de fresas y 10 mil litros de crema durante las dos semanas que dura el torneo y se han convertido en un elemento indispensable de la experiencia. Todos los años los visitantes esperan ansiosamente poder disfrutar de esta sencilla pero deliciosa preparación, mientras observan los partidos.

Si vas a ver la final, o vas a apoyar a la pareja mexicana de dobles mixto que por primera vez ha llegado a la final de este Grand Slam, no olvides prepararte un buen plato de la fruta icónica de este evento.