Para los calores históricos, heladerías históricas. Conoce las más antiguas de la CDMX
La temporada de calor es el pretexto perfecto (aunque innecesario) para conocer las heladerías más antiguas de la CDMX. En estos lugares, las nieves se preparan con ingredientes naturales y sin usar conservadores desde hace décadas, y son descendientes de los fundadores quienes hoy operan los negocios, es decir, todos son emprendimientos familiares.
Aquí te contamos cuáles son las heladerías con más historia de la ciudad.
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La Especial de Paris
La heladería más antigua de la Ciudad, y la consentida de muchos por su helado de vainilla hecha con la vaina natural, y nada de saborizantes o colorantes artificiales. Esta heladería nació en 1921 como un carrito que solo vendía nieve de limón y helado de vainilla. Gracias a Salvador Novo, que catalogó a La Especial de París como una de las mejores heladerías de la ciudad en La nueva grandeza mexicana, Domingo Lozada, el fundador del negocio, pudo buscar un establecimiento fijo en la calle de París. En 1942 se mudaron a su ubicación actual sobre Insurgentes. Hoy el negocio está a cargo de la cuarta generación de la familia, y el helado de vainilla sigue siendo el consentido, aunque el de fresa no se queda atrás.
📍Insurgentes Centro 117-B, San Rafael, CDMX.
Mi Juanita
Desde 1926, los helados Mi Juanita son unos de los favoritos de los citadinos, especialmente sus sabores de mamey y crema de limón. Este negocio en Tacubaya comenzó con Pedro González y su esposa Zenobia Ruíz, que abrieron en un puesto de madera y lámina en el ya extinto Mercado de La Paz. Luego se mudaron al Mercado Tránsito Becerra y, meses después, a la planta baja de una casona en Tacubaya. Desde hace 18 años están en el local que ahora ocupan, en la calle Héroes de 1810. En Mi Juanita se han preocupado desde siempre por que todos sus sabores sean de precios accesibles, por eso puedes encontrar sabores intensos a fruta a un excelente precio.
📍Héroes de 1810 21, Tacubaya, CDMX.
Helados Siberia
El slogan de Helados Siberia, que reza que son “los famosos de Coyoacán” no es una exageración. Aunque esta heladería abrió sus puertas en 1933, el proyecto comenzó mucho antes, cuando los primos Ponciano y Luciano Robles montaron un puesto de frutas en donde también vendían nieves. Hoy esta heladería sigue haciendo felices a las familias que la visitan, y aunque con su reciente remodelación se perdió un poco de su esencia, todavía se sienten los años de historia.
📍Av Miguel Hidalgo 6, San Lucas, Coyoacán, CDMX.
Chiandoni
Esta heladería nació gracias a Pietro Chiandoni, dueño de la heladería de día, y boxeador de noche. Él mismo atendía el primer local en la Roma cuando no estaba en el ring. Desde 1939, Chiandoni ha despachado los mejores y más cremosos helados de plátano y, cuando es temporada, de mandarina. Hoy atienden en su local en la Nápoles, que exhibe en sus paredes fotos de Pietro Chiandoni en su faceta de boxeador.
📍 Pensilvania 255, Nápoles, CDMX.
Roxy
Roxy nació a partir del recuerdo de la nieve de limón color blanco que Carlos Galindo compraba en su infancia. En 1946, Galindo abrió la primera sucursal de la heladería a modo de fuente de sodas, donde él despachaba y su esposa María Luisa preparaba los helados y las mermeladas. Hasta el día de hoy, Roxy sigue siendo un negocio familiar, que se ha expandido para tener varias sucursales en donde vende sus helados de mamey, pistache o cereza. Aunque, para los nostálgicos, la mejor expresión de estos helados siempre se alcanzará en las sucursales de la Condesa.
📍Tamaulipas 161, Hipódromo Condesa, CDMX.
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