Sebastián Suárez, manteniendo a LA Cetto en tendencia 

Hablar de vino mexicano es imposible sin considerar a LA Cetto, la vinícola que, desde 1928, ha llevado grandes fermentados a las mesas. Desde la fundación de la bodega, las preferencias del consumidor han cambiado, y ese camino ha estado acompañado por vino.

Platicamos con Sebastián Suárez, el enólogo de la bodega, quien nos contó cómo se han adaptado a una nueva manera de beber vino en México. 

¿Cómo han cambiado las preferencias del consumidor en el tiempo que llevas como enólogo en LA Cetto? 

Tratamos de mantener una línea en ciertas varietales y tipos de vino, pero innovando para ponerle mi sazón y el del equipo porque queremos ofrecer algo atractivo y nuevo: buscar cosas que el cliente nos está pidiendo como la presencia de fruta, respetar el varietal y la esencia del Valle de Guadalupe. Hacemos lo tradicional, pero le aportamos lo propio. 

Todo responde a las necesidades de los consumidores. Siempre trato de salir a recorrer el viñedo y probar la uva para entender el momento óptimo en el que tiene toda su expresión varietal, buscando el mejor potencial de uva y el mejor vino.

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¿Los consumidores toman en consideración las prácticas sustentables que la vinícola emprende? 

Lo tienen muy presente. Y personalmente tomo como un deber mío y de la empresa respetar la región para que tengamos vino por muchos años más. 

¿Piensan certificar sus vinos como orgánicos? 

Estamos en proceso, llevamos tres años trabajando para ello. Hemos mejorado los suelos haciendo cultivos intermedios y usando solamente productos orgánicos certificados, y ya estamos trabajando con empresas certificadoras. Tenemos que presentar mucha documentación y demostrar que nuestro cultivo es orgánico, así como el vino que se va a elaborar en la bodega. 

Creo que el consumidor siempre está esperando cosas nuevas. Muchos creen que los vinos orgánicos y los naturales son el futuro: respetar el medio ambiente, el suelo, el clima. Entonces estoy seguro de que se aceptará de muy buena fe todo lo que implique entender el propósito del cultivo, y de que también van a satisfacer en cuanto a calidad. 

¿Qué viene para LA Cetto en los próximos años? 

Muchísimos desafíos. Es interesante convencer a los nuevos consumidores, y nos enfocamos en eso como empresa y como industria. El mayor reconocimiento para mí, es que todos los años nos pidan más vino; si éste se vende y se consume quiere decir que vamos por buen camino. Esa es la mayor satisfacción.