Alcoholes buenos y malos 

Para un buen destilado se necesita un buen alcohol, ¿de qué depende?, aquí te contamos. 

En del mundo de los destilados, los alcoholes son el detalle de calidad que más hay que cuidar. Como algunos son buenos para metabolizarse y otros no, es importante saber un poco sobre su clasificación y cómo nos afectan.

Cada una de las levaduras que se utilizan en la fermentación produce diferentes alcoholes, dependiendo de su materia prima, metabolismo, temperatura y contacto con el aire. 

En cuanto a la materia prima, no es lo mismo fermentar una fruta que un agave o una semilla; cada una tiene azúcares diferentes que generan aromas y alcoholes distintos. La temperatura utilizada para fermentar determina si los alcoholes generados van a ser para productos con o sin envejecimiento. Si el producto fermenta en un tanque abierto al aire libre genera alcoholes superiores, si es en un tanque cerrado no genera tantos alcoholes de este tipo por no tener aire y vivir con anhídrido carbónico (CO2).

Cuando la fermentación termina quedan un sinfín de alcoholes con cadenas y aromas múltiples que se introducen en un alambique o columna donde se destilan. Una buena destilación radica en saber a qué temperatura y velocidad, y en qué momento, se deben ir separando los alcoholes buenos de los malos; a esto se le llama corte (cabeza, corazón y cola). 

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Los alcoholes en fermentación son principalmente metanol, etanol, propanol, isobutanol, amílico e isoamílico, junto con el glicerol. Algunos se metabolizan mejor que otros por su tamaño de dos carbonos, como el etanol. Otros, llamados superiores, tienen cadenas de carbono largas; al cuerpo le cuesta romperlas y eliminarlas y son los que pueden producir dolor de cabeza. Aunque algunos de estos alcoholes, como el isoamílico, producen aromas agradables de frutas, su exceso puede oler a pintura.

El metanol es uno de los alcoholes más peligrosos para el cuerpo; la enzima alcohol deshidrogenasa transforma los alcoholes en el hígado. En el caso del metanol, este producto es el ácido fórmico, que afecta directamente a la mitocondria de las células en general y específicamente las del ojo, causando ceguera.

Hay destilados magníficos en el mundo y si sabemos un poco más de ellos, nos haremos más conscientes de lo que bebemos. Se ha demostrado que el consumo moderado de alcohol puede ayudar a ciertas dolencias del cuerpo y a tener una vida más larga y saludable.