Esenciales para la vida

La forma de estimular la memoria olfativa y concentrar el bienestar en una sola gota aromática.

Afirmar que hoy podemos encontrar un elixir que envasa la calma, la energía, la somnolencia o la motivación, y que con tan solo un par de gotas transforma la vida entera, suena a cuento de hadas.

Sin embargo, esto es real y proviene de elementos de la naturaleza que activan los receptores para ayudarnos a combatir algunas incomodidades físicas y emocionales.

El placer proviene de las sensaciones que experimentamos mediante el gusto, el oído, el tacto, la vista y, por supuesto, el olfato. Las conexiones que realiza el cuerpo al identificar un aroma y procesarlo la memoria, es tan poderoso que puede transportarnos a un lugar, un momento o una persona, por lo que los aceites esenciales son ideales para ello. Son el extracto más puro y exquisito para brindar experiencias suntuosas a nuestros sentidos.

Hostal de la Luz, un viaje interior

Placer embotellado

Estos aceites son extraídos de productos vegetales mediante destilación, consiguiendo un líquido ligero que tiene aplicaciones en perfumería, industria alimenticia, medicina, y que en la aromaterapia son un deleite. Su concentración depende de su uso final, y los beneficios que ofrecen son increíbles según las materias primas, ya que se atribuyen cualidades específicas a éstas.

Las sustancias que albergan estos aceites son compuestos químicos que se transportan en el ambiente y se evaporan lentamente, por lo que las percibimos al inspirar el aire. Nuestro cerebro hace el resto, transformando estas moléculas en respuestas eléctricas que disparan la memoria olfativa, identificando notas suaves que pueden ser agradables o provocarnos disgusto, según nuestro vínculo con recuerdos y emociones que despierten.

Para aprovecharlos, podemos hacer uso de un difusor que diluye un porcentaje del aceite en agua para crear vapor que se distribuirá en la habitación, pero también como aplicación tópica en masajes relajantes, o al depositar directamente una pequeña cantidad de aceite en partes del cuerpo como el cuello, las sienes o las muñecas.

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Algunas recomendaciones…

• La flor de lavanda es conocida por ayudar a conciliar el sueño y calmar la mente
• Los cítricos son estimulantes que brindan energía y revitalizan el interior
• La madera transporta a un ambiente íntimo y de calidez que envuelve a cualquiera
• El tomillo y el eucalipto disminuirán la fatiga, ayudando a su vez al sistema respiratorio

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Los aceites esenciales provienen de partes distintas del mundo vegetal, desde la flor, el fruto, la raíz, la resina o incluso la madera. Por ello la oferta es amplia y para todos los gustos, siendo una forma de recalcar la personalidad de cada individuo.

Aceites en la historia

Los aceites esenciales han estado presentes desde la Antigüedad en ritos y prácticas tradicionales, como una forma de crear ambientación especial para ceremonias, y de forma terapéutica como remedio para malestares e incluso en la higiene personal en civilizaciones importantes del pasado. Símbolo de opulencia y destinando ciertos aromas a personalidades históricas, los aceites esenciales se volvieron vitales para la relajación mental y el gozo por el bienestar.

La prueba y error en el método de extracción y en la selección de ingredientes, se fue perfeccionando con el paso del tiempo, así como el uso de tecnología que incrementó la calidad del proceso. En el último siglo se les dio por fin un enfoque clínico, al investigar en laboratorios mundiales todos los efectos positivos que tienen en la vida cotidiana.

Actualmente están regulados en muchos países para evitar que sean irritantes o causen efectos adversos, con estándares determinados para que las técnicas y cantidades que se puedan ofrecer al público sean seguras.

En México, la herbolaria forma parte de la cultura tradicional, y muchas de las plantas que crecen en el territorio han sido utilizadas como terapia medicinal, generación tras generación, como la damiana, el laurel y el poleo. Para ello se han aprovechado las funciones antimicrobiana, antioxidante y antiinflamatoria que muchos de estos ingredientes proporcionan.

Existen ya distintos proyectos nativos que aprovechan la flora nacional para proporcionar una industria de alta calidad, sin usar ingredientes importados.

Sacar provecho de este pequeño condensado de la naturaleza, no es magia, como pudiera parecer, son reacciones químicas que ocurren en nuestro interior y que parecen recordar que en la tierra está la solución… Son detonantes de nuestras sensaciones que atrapan hasta al más renuente, así como una forma de conectar con nuestro interior y con lo más orgánico, de una forma increíblemente sencilla: respirar.

El ciclo del café