El orgullo por México ha sido el punto de partida de la nueva imagen de Monte Xanic, sobre lo cual platicamos con Hans Backhoff, actual director de esta emblemática bodega BajaCaliforniana.
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Lo que deseamos que los mexicanos sientan al descorchar nuestros vinos, es orgullo por nuestra tierra, por lo que somos, por beber un producto irreplicable que sólo en ese preciso momento sabrá de esa forma. Que encuentren las características del suelo y la expresión de la uva, que en cada sorbo descubran a qué sabe nuestro país… Y es que esta es la apuesta: México.
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La calidad nace del campo
A lo largo de nuestra historia la bodega ha sido líder en la creación de vinos Premium, a través del adelanto y el compromiso, lo cual se refleja totalmente en el producto. Y para conseguir la mejor expresión del terruño mexicano, ha sido fundamental apostar por la innovación y la tecnología, sin dejar de lado las mejores prácticas tradicionales, pero llevadas a un nivel superior. Por eso, somos una bodega muy identificada en la industria, que ha labrado el camino del vino mexicano.
Un vino de calidad Premium nace siempre en el campo. Tener una uva pequeña con alta concentración no es accidental, sino que hay mucha ciencia detrás. Si se quiere conseguir del viñedo algo particular, se debe buscar desde el principio; el rendimiento, la concentración de azúcar, la cantidad de antocianos… el 80 % de la calidad de un vino proviene del trabajo agrónomo, y monitorear las necesidades de la planta conlleva mucho tiempo y constancia.
Tecnología y tradición no están peleadas
La tecnología lo facilita todo, pero para nosotros, entender al campo y conseguir que la planta se exprese de la mejor manera es fundamental, por eso nos aseguramos de que obtenga los minerales correctos y que la aportación hídrica esté en su punto, entre muchas otras cosas que requieren ciencia, investigación y experiencia, pero que nos permiten entender la condición de cada terruño y del clima de cada añada.
Por ejemplo -y aunque parezca muy romántico-, el pisado de las uvas ha quedado atrás. Ahora, gracias a la tecnología, podemos hacer extracciones precisas y controlar la presión de cada grano a detalle. La tecnificación del campo nos permite entender muchísimas variables, pues la planta es un ser vivo con necesidades que cambian constantemente y debemos descifrarlas para lograr el mejor resultado. Estas técnicas nos ayudan a saber la frecuencia con la que necesita el riego, e incluso nos permiten hacer proyecciones sobre cómo actuar en el futuro ante el cambio climático.
En esto nunca dejas de aprender, y es que cada experimento que se aplica en el campo arroja resultados más o menos ocho años después. Puede ser que una idea te cueste ocho o 16 años, pero aprendes a partir de las experiencias, tanto positivas como negativas. Los socios siempre se han preocupado de que cada cosecha sea digna de lanzarse al mercado mexicano. En definitiva, cada año bebemos los mejores vinos de Monte Xanic.
Los orígenes están en México
El gran objetivo de nuestro cambio de imagen es generar una liga profunda con lo que para Monte Xanic, es México. Buscamos reforzar la marca tanto en el interior como en el extranjero. La intención es hacer un homenaje al país y regresar a los orígenes, por eso decidimos destacar el propio nombre y enaltecer el vino mexicano de alta calidad que ha caracterizado a nuestra bodega por más de 45 años.
Trabajamos en estas etiquetas cerca de dos años, y la idea es plasmar en ellas lo nuestro: tradiciones, prácticas, forma de cultivar las vides, así como la manera de cosechar las uvas que expresan el terruño y que dan vida a un vino 100 % mexicano. Para nosotros es muy importante la relación directa con el terruño: Monte Xanic es MX y MX es México, somos MX.
El sol de Baja California en las etiquetas
En nuestra imagen, el color amarillo siempre ha sido muy representativo, pues hace honor al desierto y al sol, dos elementos importantísimos en el vino, sobre todo en Baja California. Incorporamos líneas con las iniciales MX en relieve, las cuales representan, además del origen de nuestra bodega, toda la labor artesanal, esos procesos que aún se realizan a mano con mucho cuidado e intervención humana.
El storytelling de esta nueva etapa de la bodega surgió de la filosofía de los socios; todos estuvimos muy involucrados en este proyecto y trabajamos de la mano del diseñador Daniel Borgaro para conseguir cada uno de los detalles que integran las etiquetas. Por ejemplo, la línea Calixa tiene grecas que recuerdan a la arquitectura mexicana, sus colores y los techos de las casas tradicionales, y lo hemos hecho así porque al ser la línea de la casa simboliza la conexión con la familia.
El mercado del vino en el mundo, y sobre todo en México, es muy dinámico y exige que sigamos el ritmo y respondamos a ciertas tendencias con velocidad. Esta nueva etapa en Monte Xanic cuenta nuestra historia, quiénes somos, refuerza nuestros orígenes, recuerda de dónde venimos, pero, sobre todo, es una celebración a la vida, a la amistad y a la pasión que tanto nos representa. Un amor que podemos compartir con nuestros clientes y con todos los mexicanos, que comunica al extranjero de qué estamos hechos y a qué sabe México: un país moderno que sabe hacer muy bien las cosas.
Este es un homenaje al sueño que los socios tuvieron al concebir una bodega que revolucionó toda una industria y a hacer mejor las cosas: la calidad, el arte, la cultura, la arquitectura …todo refleja a un México que evoluciona.
El objetivo de crear el mejor vino mexicano
El crecimiento de Monte Xanic ha sido un camino sumamente motivante. Si bien a mí no me tocó ser partícipe de las decisiones que los socios fundadores tomaron cuando apostaron por crear el mejor vino mexicano, sí me ha tocado presenciar toda la evolución de la bodega. Una evolución que ha sido mi referencia y seguir construyéndola es una gran responsabilidad. Tenemos un compromiso enorme no sólo con el mercado mexicano, sino con quienes integran la familia Monte Xanic, en donde buscamos transformar esta empresa familiar en una empresa internacional que al final es el resultado de muchísima pasión.
La apuesta en el futuro de Monte Xanic tiene un foco específico en el crecimiento de las plataformas digitales y, sobre todo, en la internacionalización de la marca. Sabemos que hemos hecho las cosas bien, que los mexicanos nos reconocen, pero el mundo también debe saberlo. Todo parte de la sofisticación de la tecnología y el mundo digital, para que podamos entender mejor a los ca
mpos y a cada uno de los procesos de la elaboración de nuestros vinos.
Nuevos productos
Con este cambio de imagen también viene el lanzamiento de varios productos. Comenzamos a trabajar en ellos hace cinco años hasta que conseguimos expresar lo que ahí buscábamos; hoy estamos muy orgullosos de las botellas que este verano llegarán para revolucionar la manera en la que vemos el vino. Además hemos reducido el portafolio en algunas líneas, como la ultra Premium, y otras más se han ampliado con propuestas de mezclas y monovarietales que les van a fascinar.
A partir de 2017, el vino mexicano se convirtió en el favorito de los mexicanos y obtuvo el primer lugar en volumen valor y eso marcó la pauta en la industria. El mercado tiene diferentes nichos y sin duda, la categoría más complicada para competir en el país es la ultra Premium, la cual estaba dominada totalmente por el vino español. Varios años atrás, el crecimiento de Gran Ricardo era evidente, los mexicanos comenzaron a apostar por él cada vez más y, a partir de la pandemia, logró posicionarse como el líder de este mercado, con un 42 % de preferencia.
Hay tendencias que se han ido marcando. Pensamos que se trataba de un tema de moda, pero el paso del tiempo nos ha demostrado que este es un crecimiento en que la industria mexicana ha ido construyendo cimientos sólidos. Y una vez que llegas ahí, a ser el líder del mercado ultra Premium, difícilmente retrocedes, porque te vuelves parte tanto de los momentos especiales como del día a día de las personas.
Nuestros compatriotas nos dieron una oportunidad, se acercaron al vino mexicano de forma orgánica y esto hizo que tuviera una presencia nacional e internacional cada vez más importante. El consumo de vino nacional se está transformando en una tradición y se está arraigando en la cultura, y el vino de Monte Xanic, tan representativo de aquí, nunca falta porque es sinónimo de confianza.
Lo que quiero que sientan al descorchar uno de nuestros vinos es orgullo por el país, por lo que somos, por beber un producto irreproducible que sólo en este momento sabe así. En sus características, el suelo, la expresión … es probar, en cada sorbo, a qué sabe México. Nos da mucho orgullo compartirlo y queremos invitar a la gente a beber y creer en el vino mexicano. Esta es la apuesta: México.
Sígue pendiente de Monte Xanic: Website: montexanic.com.mx Ig: @monte_xanic
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