Ponte cómodo y prepara tu vaso, que hoy disfrutaremos de la expresión única de la destilación artesanal y la riqueza cultural de un gran país, se trata del whisky canadiense
Si hay un destilado rico en historia y con gran diversidad de estilos que han cautivado los paladares del mundo es el whisky. Hoy te contaremos de una versión de este elixir de origen de las vastas tierras del norte: el whisky canadiense, reconocido por su suavidad, complejidad y carácter distintivo.
El whisky canadiense tiene sus raíces a finales del siglo XVIII, cuando los inmigrantes estadounidenses y europeos trajeron consigo sus tradiciones destiladoras. A medida que la industria del whisky comenzó a florecer en Canadá, los destiladores locales adaptaron técnicas y métodos de producción para crear un estilo único de whisky, agregando una cantidad de grano de centeno a la mezcla.
Varias moliendas de granos que estaban establecidas en las provincias de Alberta y Ontario comenzaron a destilar granos para evitar que se echaran a perder, y al ver que la demanda crecía, expandieron sus operaciones en esta industria.
Esta bebida, llamada también “whisky de centeno”, suele tener una mezcla de granos de maíz, trigo y cebada, pero por ley debe mantener al menos el 10% de centeno y ser añejado por lo menos durante tres años.
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Actualmente hay una amplia variedad de marcas que ofrecen una gama diversa de perfiles de sabor. Entre las marcas más reconocidas se encuentran Crown Royal, conocida por su suavidad y complejidad aromática, y Canadian Club, famosa por su carácter suave y notas acarameladas. Otras marcas destacadas incluyen Alberta Premium, con su perfil de sabor robusto y picante, y Forty Creek, que ofrece una mezcla única de granos y barricas para una experiencia de sabor excepcional.
Whisky Canadiense vs. Bourbon
Aunque comparten su origen en Norteamérica, el whisky canadiense y el bourbon tienen diferencias distintivas que los separan en términos de sabor, producción y regulación.
Mientras que el bourbon americano debe tener un mínimo de 51% de granos de maíz, el whisky de centeno no tiene regulación sobre el resto de los granos que debe contener, por lo que sus mezclas son más variadas.
Además el bourbon es reconocido por sus notas dulces que nacen de su concentración de maíz. Su versión canadiense se conoce por su sensación picante y especiada, totalmente diferente en el paladar.
Lo cierto es que ambos tienen un sabor inigualable que celebra la tradición de la industria de destilados en cada sorbo.
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