Félix Orta es venezolano de nacimiento, pero desde hace cuatro años radica y trabaja en México en lo que le apasiona, la coctelería. Su interés por el conocimiento lo ha mantenido entre concurso y concurso, como el reciente Tío Pepe Challenge México del que resultó ganador.
Platicamos con él sobre sus inicios, intereses y el futuro de la mixología.
Los inicios en la mixología
Llegué a la mixología por dinero, como muchos otros. Mi otra gran pasión es la música y tocaba en un bar de Venezuela con mi grupo, donde además servíamos tragos sencillos entre cada set musical.
Estudié Derecho y me aburría horrible llevando derecho laboral, además siempre me estaba durmiendo por mi vida nocturna. Hice cursos básicos de bartender y me empecé a obsesionar por ello, consumía todo lo que encontraba en Youtube.
Renuncié a mi trabajo y empecé a incursionar ya de lleno en el medio, tenía barras móviles y trabajaba como especialista de destilados en tiendas de licores. Vine un día a México a conocer cómo funcionaban la coctelería y desde ese momento me mentalicé a venirme para acá. Estaba catalogado entre los mejores del país, pero entre yo y mis amigos surgía la duda sobre si estábamos entre los mejores, o éramos los que quedábamos.
La capital de la coctelería latina
Veía a México como un lugar con un alto nivel de coctelería, para mi es la capital de la coctelería en América Latina. Ver ese nivel de competencia y destreza me entusiasmaba para medirme y aprender, quería ser muy bueno en este país de tantos retos.
Existen diferencias en las técnicas entre los países de Latino América, el shaker es agitado de diferente forma en Venezuela, Argentina y México, por ejemplo. No creo que existan como tal cocteles por país, pues todos los cocteles parten de los clásicos, pocos ingredientes en su base, pero en la mixología se debe tener un límite a la experimentación, o conviertes ese coctel en otra cosa.
Respeto por la artesanía de los destilados y vinos.
Mi destilado favorito es el ron, hago mucha coctelería con él, pero respeto mucho los buenos rones como para mezclarlos. Lo mismo pasa con el whisky single malt, por ejemplo; no me atrevería a combinarlo sabiendo que los productores han pasado mucho tiempo para entregar un producto totalmente terminado. Respeto mucho esos procesos.
La música, como inspiración e ingrediente adicional
Escucho mucha música cuando estoy en la barra y trato de asociarla a mis creaciones. Para el coctel de Tío Pepe Challenge elegí I Will Survive de Cake, solo porque me gustaba cómo sonaba junta. Mi mayor ídolo es Michael Jackson, pero escucho de todo y pongo la música al crear cocteles según el ánimo con el que esté.
Para mi el ron es fiesta, suena a merengue, a Caribe. Salsa. Es el destilado más fiestero de todos.
La segunda época de oro
Estamos en una segunda época de oro de la mixología a nivel mundial, la primera fue antes de la prohibición y ahora se está tomando otro camino, con técnicas viejas pero empleadas con otros fines. Se está trayendo lo bueno de la historia de la mixología, como los speakeasy o el sincretismo de los bares, pero con buenos destilados e ingredientes, que en el tiempo de la prohibición no existían y eran hasta peligrosos.
Los cocteles de baja graduación están en tendencia, la gente en México va a los bares a beber bien, ya no tanto a emborracharse. Aprecian el cuidado de los cocteles, quiere pasarla bien y disfrutar una buena bebida.
Los bares desean que la gente esté más, no que se emborrache rápido y se vaya.
Tío Pepe Challenge ya tiene al ganador que representará al país en España.
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