✍️:Angeles Contreras
Cada 11 de junio celebramos la elegancia del vino rosado, poniendo a la vista la tendencia de los vinos rosados enlatados que se está volviendo tema de conversación entre los wine lovers
El mundo del vino ha sido por años un entorno de tradición y de métodos clásicos, entre las botellas de vidrio y los descorches, pero todo esto ha tenido una sacudida en los últimos tiempos, pues una nueva presentación del vino ha llegado a la vida y este es, el vino rosado enlatado ha comenzado a desafiar y revolucionar lo que hasta hoy en día conocíamos. Para pasar de necesitar un descorchador a solo utilizar dos dedos para poder deleitarnos de las características de los vinos.
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Lo que podíamos ver como algo impensable, nos ha impuesto la practicidad y accesibilidad para los nuevos consumidores de los vinos, pero en especial del vino rosado.
Dejando un poco de lado el romanticismo de una botella con una imagen bonita, donde tenemos una etiqueta que nos impone estética y cierto nivel social, pero sin embargo decidimos tomar riesgos a probar la experiencia al decidir probar algo fuera de los tradicionales vinos tintos y blancos.
Virtudes de la lata
A comparación de la típica botella que todos conocemos a la perfección la lata es una porción individual, sin la necesidad de tener que guardar en lugares específicos el vino sobrante, podemos tomarlo en cualquier lugar, sin tener que contar con copas especiales, quitando la mentalidad pretenciosa de que el vino solo se toma y se disfruta en lugares y fechas específicas.
Tenemos una presentación que es ligera, irrompible y fácil de transportar causando una gran comodidad entre los consumidores, generando una práctica nueva que tal vez en unos años sea un hábito entre los amantes del vino.
Además, esto también abre la brecha de oportunidad para poder probar más etiquetas de vinos rosados de las casas productoras que ofrecen esta gran combinación de fermentación.
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En definitiva, esta nueva exposición en la manera de ver y de consumir el vino nos saca de nuestra zona de confort, con una mentalidad más relajada y espontánea y sin quitar la sutileza del vino rosado.
Permitir que nuestros gustos tengan una mayor expansión de conocimientos y dejar que nuestras papilas gustativas se envuelvan en los dotes que el vino enlatado nos regala nos abre la puerta a un nuevo en el mundo vinícola.
¡Brindemos hoy, por la innovación y por el vino rosado!
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