Acompáñanos a comer rico en Anónimo, un proyecto en la Condesa para consentirte con los mejores platos
Solemos usar siempre los mismos adjetivos para describir platillos que, por sobre todas las cosas, son ricos, sin importar cuántas veces haya que freír, salsear, empanizar o decorar con tocino. A estos platillos les llamamos indulgentes o monchosos, pero estas dos palabras adquieren otras dimensiones en Anónimo, el restaurante en la Condesa dirigido por el chef Klaus Mayr.
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Klaus dice que su lugar de origen es el infierno, pero la realidad es que nació en San Francisco, y en su trayectoria profesional puede contar el haber estado en algunos restaurantes reconocidos en la guía Michelin como The French Laundry, Geranium, Quintonil y Atelier Crenn.
Durante la pandemia, Mayr nos trajo Anónimo a la Condesa. El restaurante es un lugar donde puedes probar comida rica y, ahora sí, en toda la extensión de las palabras, indulgente y monchosa, y acompañarla de cocteles clásicos o de autor y una cuidada selección de vinos tanto naturales como tradicionales. Acá hay para todos los gustos; incluso puedes pasar a la barra solo por un trago, un café o una entrada, o sentarte en las mesas para tener el servicio completo del restaurante.
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Muestra de la calidad apapachadora de los platillos es una entrada que, por favor, tienes que probar: aceitunas rellenas de queso manchego, empanizadas y fritas, y cubiertas con una salsa de miel de abeja. Otra de las recetas que, con el paso del tiempo, se ha convertido en una de las favoritas, es el parpadelle de limón con emulsión de mantequilla, limón, menta, zucchini y queso parmesano, así como la pizza white, creación especialmente monchosa de Klaus: crema fresca, tocino, cebolla caramelizada, tomillo, mozzarella y miel de abeja. Para agregar un poco de verduras, nuestro gran favorito fue la ensalada César, preparada en su versión tradicional.
Para probar la coctelería de autor te recomendamos el Tío Klaus, con Tío Pepe, jugo de pepino, whisky y cítricos, o el Petirrojo, hecho con mezcal, frambuesa, jarabe de canela, jengibre, cardamomo y jugo de limón. Además, a Klaus le gustan los vinos naturales, y eso se nota en la carta; Anónimo es un gran lugar para conocer producciones pequeñas y productores de todas las regiones del mundo. Si estás de ánimo, no dudes en elegir una de las opciones de baja intervención. Además, la selección de vinos va cambiando, no hay mejor pretexto para regresar que ese.
Anónimo
📍Atlixco 105, Condesa, CDMX
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