Con más de 365 etiquetas de vino y una carta de alimentos hecha especialmente para ellas, Vigneron reabre sus puertas
“Pequeños productores, grandes vinos” es el lema de Vigneron, una propuesta ubicada en la colonia Roma de Ciudad de México que posee el espíritu de las cantinas parisinas tradicionales pero con la calidez hospitalaria de los mexicanos.
La historia comenzó hace cuatro años, y aunque el concepto estaba sólido, este 2024 decidieron renovarse para ofrecer una nueva decoración que va de la mano con el confort del comensal y la guarda del vino.
La palabra vigneron, que significa enólogo, envuelve esa pasión y amor que tiene el viticultor por cada proceso en la elaboración del vino. Este concepto se traslada al acogedor lugar de la Roma, pues los detalles están sumamente cuidados para lograr una experiencia inolvidable.
Para comprenderlo un poco más es importante decir que Vigneron surgió como un showroom de vinos en la pandemia de Covid-19; en aquel momento, la idea era que las etiquetas de Vinos Amparo tuvieran un lugar en donde brillar. Sin embargo, este espacio no es propiamente un wine bar, o al menos Mario Luna (sommelier, gerente y socio tanto de Vigneron como de Vinos Amparo) no lo cataloga como tal, es algo más…
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Con el paso del tiempo, y gracias a la calidad de sus vinos, Vigneron ganó adeptos. Aquí acudía desde el sommelier experimentado hasta quien no conocía mucho del tema; además, el cálido servicio hizo que la gente regresara. El confinamiento terminó y Vigneron ya era conocido por la curaduría de sus etiquetas, su buena comida y su lema: “Pequeños productores, grades vinos”.
Un nuevo comienzo
Si bien todo iba viento en popa, llegó el momento de evolucionar. Para ello, Rosela Barraza Studio se encargó de transformar el espacio, ampliando tanto la capacidad de guarda de los vinos como del aforo, pero conservaron esa atmósfera que recuerda a los clásicos bistrós de París como Parcelles.
Y aunque Vigneron tiene nueva imagen sigue siendo fiel a su lema, pues “no vamos con banderas ni dogmas”, mencionó Mario Luna; en realidad, la selección tiene que ver con el trabajo de los productores preocupados por la tierra, la sostenibilidad y la calidad del producto final.
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Actualmente, este gastro-wine –concepto que encaja mejor con Vigneron- cuenta con más de 365 etiquetas de vino curadas meticulosamente, la mayoría de ellas del Viejo Mundo, destacando regiones como Champagne, Cataluña, Valle de Loira y Borgoña.
Aunado a ello, el servicio por copeo es digno de mencionar pues todas las botellas están disponibles bajo este precepto gracias al sistema Coravin. Este permite servir el vino directamente de la botella sin descorcharlo, funcionando de la siguiente manera: al corcho se le inserta una pequeña aguja de acero inoxidable recubierta de teflón; una vez adentro, se extrae el vino; al mismo tiempo se introduce argón, presurizando el vino y garantizando que el líquido no entre en contacto con el oxígeno. Por eso, la bebida se sirve directamente de la botella pero continúa evolucionando dentro de ella; aparte, una vez que la aguja se retira, el corcho regresa a su forma original como si nada hubiera pasado.
Complemento esencial
Si bien en Vigneron puedes encontrar y disfrutar una copa del vino naranja Celler Frisach Terra Alta Les Alifares 2021 o un Terres de Fagayra Rivesaltes Ambré 1986 (solo recuerda que estas etiquetas pueden variar porque son pequeños lotes), lo cierto es que en ocasiones dicha copa se goza más con un buen platillo, por lo que la propuesta culinaria también se renovó.
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Para esta nueva etapa, la cocina del chef Aram Abisahi quedó como anillo al dedo, pues su estilo incluye técnicas francesas, sabores del norte de México e ingredientes locales de CDMX y área metropolitana. La cocina se basa en insumos de temporada, de primera calidad, de productores pequeños y cercanos, para crear platillos que mariden bien con su gama de vinos.
Con esto en mente aparecen joyas culinarias diseñadas para compartir, como el fideo seco con sofrito con morita, hongos y chimichurri; las papas a la francesa con caviar y crema fresca; el magret de pato acompañado de ayocotes, haba verde y caldo de totomoxtle o el mango con crema de arroz con leche y anís estrella. Para tener el maridaje ideal, solo pregunta a cualquier persona del equipo, certificados como sommeliers.
Aunado a ello, semana a semana Mario Luna propone entre 10 y 12 vinos distintos por copeo para que los comensales conozcan algo nuevo en cada visita. Sin duda, Vigneron regresó con más pasión, más platillos y más, muchos más vinos.
Vigneron
📍Jalapa 181, Roma Norte, CDMX
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