Detrás de las burbujas se encuentra la clave para unir tradición y evolución
El lujo y la exquisitez tendrían otro significado de no ser por Moët & Chandon, una de las marcas más icónicas, no solo por su historia, sino también por su elegancia y constante capacidad de innovar. Esta legendaria casa de champagne ha estado presente en nuestras copas desde hace casi 300 años con sus valores distintivos: historia, generosidad, savoir-faire, éxito, audacia y elegancia; y hoy, sus espumosos siguen formando parte de nuestros mejores momentos.
Moët & Chandon transformó la industria y convirtió al champagne en la bebida favorita de cosmopolitas y grandes personalidades a través de la historia, además de un ícono de las celebraciones más exclusivas. El secreto ha sido su visión llena de dinamismo que combina la tecnología más avanzada con la artesanía tradicional para asegurar su calidad y estilo legendario, mirando al futuro para continuar evolucionando.
Platicamos con Sibylle Scherer, Presidenta y CEO de Moët & Chandon, para entender la evolución de esta histórica maison y la forma de navegar dentro del mercado del champagne a nivel mundial. Su carrera le ha dado la experiencia necesaria en el sector de lujo y la oportunidad para liderar en una industria tradicionalmente dominada por hombres.
“Hay mucho que destacar, pero lo que me resulta especialmente fascinante es el espíritu innovador y emprendedor intrínseco a Moët & Chandon.”
Y es que aunque desde su fundación en 1743 por Claude Moët, la casa ha cultivado una rica tradición de excelencia y vanguardia, Sibylle subraya que uno de los valores fundamentales de la marca es su espíritu innovador, que ha llevado a la creación de productos revolucionarios, como el primer champagne diseñado específicamente para beber con hielo. Este enfoque pionero no solo ha permitido que la marca se mantenga relevante, sino que también ha consolidado su posición como líder indiscutible en la categoría.
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Uno de sus recientes logros es la edición especial de Moët Impérial, diseñada para celebrar las raíces francesas de la marca y compartir su alegría con el mundo. Sibylle explica que esta edición ha tenido un impacto significativo en el mercado, logrando una conexión emocional con los consumidores, algo que es central para la estrategia de Moët & Chandon. La pop-up “Moët in Paris” es otro ejemplo de cómo la maison está creando experiencias inolvidables que refuerzan esta conexión, desde maridajes especiales hasta colaboraciones con diseñadores emergentes.
Indudablemente, una de las etiquetas distintivas es el Grand Vintage, una interpretación única de un año en particular, que subraya la dedicación a la calidad y ofrece a los consumidores la oportunidad de conmemorar momentos especiales con un vino que cuenta su propia historia. No todos los años pueden formar parte de esta selección única pues el chef de cave debe analizar el potencial, pero si una añada merece este trato especial es la recién integrada Grand Vintage 2015.
Sibylle nos cuenta que este año fue marcado por un clima extremo, nacido entre el calor del verano y la calidez creciente de la región de Champagne, lo que se refleja en la personalidad tierna y luminosa del champagne.
“La añada 2015 cuenta una historia de luz brillante y calor de verano. Fue, en muchos sentidos, un año de despertar y creo que eso es hermoso.”
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Además, la variedad de la gastronomía mexicana ofrece un sinfín de oportunidades para maridajes innovadores con esta etiqueta, por lo que la casa está colaborando con chefs locales para crear menús de degustación que resalten la versatilidad del champagne en combinación con la cocina mexicana. La recomendación de Sibylle no deja fuera los antojitos fritos que disfrutamos día a día, pues comparte que el Grand Vintage Rosé es un buen contraste a tener en cuenta.
Este maridaje mexicano es prueba de que México tiene un público vibrante que disfruta de tomar champagne, sobre todo para celebrar y convertir un día cualquiera en uno memorable. Para la presidenta del grupo Moët & Chandon – Ruinart, el mercado mexicano ha ofrecido alianzas estratégicas con bares, restaurantes y retailers de lujo en el país, lo que ha resultado en relaciones duraderas y experiencias memorables para los consumidores mexicanos. Con miras al futuro, la casa tiene ambiciosos planes de expansión con el objetivo de conquistar nuevos territorios y continuar educando a los consumidores sobre la cultura del champagne.
“Nuestro objetivo es conquistar nuevos territorios en el mercado mexicano: no sólo para mantener nuestra posición como líderes indiscutibles en la categoría de champagne, sino también para seguir desarrollándola.”
Para Sibylle, además de la incorporación de la diversidad cultural y la busqueda de nuevas experiencias, es vital honrar las raíces y moldear el futuro, un espíritu que se encarga de alimentar todos los días para ir siempre un paso delante de todos.
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Moët & Chandon sigue siendo una fuerza imparable en la industria del champagne, combinando tradición con innovación para continuar cautivando a los consumidores de todo el mundo. La historia de la maison es un testimonio de cómo el liderazgo visionario y un enfoque constante en la excelencia pueden mantener una marca en la cima durante siglos.
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