Te contamos todo sobre este sitio gastronómico que te hará sentir como en casa
Si hay una palabra que define cómo se siente uno después de salir de Aúna es esa: bien. Puede parecer ambiguo pero, si lo piensas, no hay mejor manera de sentirte al salir de un restaurante.
Pero, elaboro: ¿a qué me refiero con bien? A una sensación de ligereza, energía, felicidad, calma y satisfacción tanto del hambre como del paladar. Dicho de otro modo, en Aúna tienes garantizada una comida deliciosa, pero libre del letargo incómodo que tiende a ser consecuencia de las comilonas excepcionales. Acá, solo tendrás lo segundo.
En mi visita a Aúna no escatimé; probé aperitivos, entradas, platos fuertes, postres, vino, cocteles y café. Vencí como la mejor deportista a las generosas porciones y salí, qué delicia, sintiéndome bien.
Esto se debe a que el chef de Aúna, Fernando Torres (Máximo Bistrot, Pujol, Quintonil), quien concibió este menú junto con Jorge Vallejo (Quintonil) usa para sus platillos productos de temporada que provienen de huertos, granjas y proveedores locales, y los transforma de maneras deliciosas, pero los deja ser los protagonistas. Las mesas se llenan de verduras, salsas, guiños a las cocinas de todo el mundo, proteínas que han pasado por cocciones lentas y sabores francos que nutren a las papilas gustativas y al cuerpo.
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En tu visita no dejes de probar los aperitivos como los mejillones, el hummus o las verduras encurtidas. Después prueba los entrantes, el imperdible es la trucha salmonada con puré de pistache y kimchi blanco, aunque también debes de probar las flores de calabaza rellenas de cremoso de hongos. De plato fuerte no te pierdas el pollo rostizado y marinado en salmuera, que ha sido cocido por largas horas y rostizado a la leña. Se acompaña con papas asadas, tzatziki y salsa masala: la combinación más atinada de texturas cremosas y sabores picantes.
La carta de alimentos se complementa con una nutrida selección de vinos biodinámicos, orgánicos o responsables con el medio ambiente. Y son estos fermentados, también en sus versiones fortificadas, los que conforman la carta de cocteles. Todo para ser congruentes con la búsqueda del bienestar, y para que puedas tomarte un par de drinks sin sentir que te excediste. Aunque, claro, no faltan los muy bien seleccionados destilados.
Otra forma en la que Aúna te hace sentir bien es a través de su espacio; tonos claros y espacios abiertos, en una propiedad del siglo XX. Y la ligereza del aire y el menú también se siente en el servicio, que el personal ejecuta con calidez. En definitva, Aúna es el nuevo imperdible que sabe a fine dining pero te hace sentir tan cómodo como la sala de tu casa.
📍Anatole France 139, Polanco, CDMX.
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