Ermenegildo Giusti partió de su natal Montello en la región del Véneto en Italia, buscando fortuna en Canadá, ¡y la encontró! 50 años después regresó para conocer sus raíces y crear su propio vino. Fue un verdadero desafío, pero él era consciente de su tierra, llena de historia y cultura.
La cantina Giusti se encuentra en un pueblo llamado Nervesa della Battaglia y cuenta con una superficie de 120 hectáreas, divididas en 10 fincas, donde se encuentra la base de producción de uno de los vinos más reconocidos a nivel nacional e internacional. Y cómo no serlo, si la zona de las colinas del Montello es de los suelos más antiguos de Italia. Por varios siglos, las flotas de la entonces República de Venecia se construyeron con madera que se extraía de esos bosques.
La riqueza de estos terrenos da origen a vinos excelentes, como los proseccos DOCG y DOC, además de blancos y rosados como el fantástico Rosalía, uno de los productos bandera de la cantina Giusti, o los tintos Amarone della Valpolicella Clásico DOCG 2018 y Umberto I Montello Tinto Superior DOCG 2019, ambos ganadores de medallas de oro en distintos concursos a nivel mundial tanto en el 2023 como en años anteriores. Además, el catálogo Giusti Wine hace que elegir sea difícil, incluso para los paladares más exigentes, sobre todo si tenemos en cuenta que, en una de las fincas más importantes de todo este terreno, se recogen al menos siete tipos de uva distintos: Glera, Merlot, Cabernet Sauvignon, Cabernet Franc, Pinot Grigio, Chardonnay y Recantina.
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Ermenegildo Giusti es un firme partidario de una viticultura respetuosa con el medio ambiente y el entorno. La calidad es la principal prioridad de la empresa, que también se esfuerza por la hospitalidad y por brindar a todos los que visitan sus fincas una experiencia que no olvidarán. Estas cualidades se transmiten en cada copa de vino Giusti. Uno de los grandes sueños de Ermenegildo es crear una verdadera cultura alrededor del enoturismo y ¿por qué no? construir un hotel en esta maravillosa zona para invitarnos a todos a sentirnos cerca del vino y de esas tierras bellas, únicas y acogedoras.
La construcción de la cantina Giusti está perfectamente integrada con la naturaleza y la respeta a través de la sostenibilidad ambiental, social y económica. La construcción tiene cinco pisos, dos de ellos están bajo tierra, y el último es una terraza espectacular, desde donde se puede apreciar gran parte de estas hectáreas llenas de viñedos perfectamente construidos, transportándonos a un paisaje utópico digno de admirar, evocando una obra de arte como aquellas que su creador, Ermenegildo Giusti, quiso pintar cuando era niño, pero el destino tenía otros planes para él: ser el justo italiano en el mundo del vino.
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