Vinificación bajo presión: cómo el estrés de la vid influye en la calidad del vino

Si hay algo en lo que nos identificarnos con la vid es que el estrés no impide que de frutos, hoy te contamos de qué manera beneficia al viñedo esta peculiar cualidad.

La vid es la planta que da vida a los viñedos, un ser vivo que cambia y tiene su propia manera de experimentar el estrés. Sin embargo, el estrés controlado en el viñedo puede desencadenar una serie de procesos bioquímicos que influyen en la calidad y el carácter de los vinos resultantes.

Cuando la vid se encuentra bajo ciertas condiciones estresantes, como la falta de agua, la escasez de nutrientes o cambios extremos de temperatura, la planta responde activando mecanismos de defensa y adaptación.

Estos mecanismos incluyen la producción de compuestos bioquímicos específicos que pueden afectar tanto al rendimiento de la vid como a la calidad de los racimos y, en última instancia, al vino producido. Algunos de los efectos del estrés en la vid incluyen concentración de azúcares, acumulación de polifenoles, aromas intensificados y mayor acidez.

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Las causas del estrés en la vid pueden variar, pero algunas de las más comunes incluyen:

• Por falta de agua, ya sea por sequía o prácticas de riego controlado. Conocido como estrés hídrico, puede ser beneficioso en dosis controladas, ya que la planta se esfuerza por buscar agua y concentra los compuestos en las uvas.
• Debido a cambios extremos de temperatura, como olas de calor o heladas tardías. Estas variaciones pueden afectar el desarrollo de los racimos y tener un impacto en la calidad del vino resultante.
• Por falta o desequilibrio de nutrientes esenciales en el suelo. Lo que puede llevar a la vid a un estado de estrés nutricional y afectar su crecimiento y desarrollo.

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Es importante destacar que un estrés excesivo puede perjudicar la salud de la planta y afectar negativamente la calidad del vino. Por ello, los viticultores y enólogos son conscientes de las condiciones y prácticas de cultivo adecuadas para lograr un equilibrio entre el estrés y la salud de la vid.

El estrés controlado en la planta puede influir en el producto final que llevamos a la copa, gracias la respuesta adaptativa de la vid. Y es que, al igual que los seres humanos, puede encontrar su fuerza y singularidad en los momentos de presión controlada, y esto se refleja en la complejidad y el carácter distintivo de los vinos que disfrutamos.