Giacomo Marzotto es el actual director de Gruppo Vinicolo Santa Margherita, uno de los integrantes de la familia fundadora de este exitoso conjunto de bodegas, quien en su más reciente visita a México charló con El Conocedor desde el corazón.
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“Para Santa Margherita todo comenzó en 1935, con la visión de mi bisabuelo de hacer vino de calidad: invirtió en dos mil hectáreas de muy buenos terrenos y los plantó con viñedos. Nombró la bodega en honor su esposa, Margherita”.
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Luego de la Segunda Guerra Mundial, en 1952, invirtió en la DOCG Prosecco, aunque él no sabía que varias décadas después vendría uno de los trends más importantes de esta denominación que el año pasado vendió más de 650 millones de botellas. La denominación del Prosecco no sólo está controlada, está garantizada. Su vendimia se hace a mano, bajo condiciones únicas y tiene una profunda vocación de calidad.
El terruño es la llave para conseguir un Prosecco excepcional, y en Santa Margherita el Prosecco Superiore tiene una elegancia única porque los tanques de acero -que normalmente estarían en posición vertical-, los colocamos de forma horizontal, de forma que más superficie pueda tener contacto con la levadura y generar más complejidad aromática. Además, identificamos todas las parcelas para darle una propia identidad desde el suelo. El tiempo es otra de las cosas importantes, ya que dejamos un poco más de lo estipulado al vino en contacto con la levadura, por lo que la burbuja es suave y fina, no agobia y se antoja beber otra copa.
Burbujas de todo el mundo
Sparkling Rosé, otra burbuja que no se llama Prosecco Rosé porque este sólo puede estar hecho con uva de Glera de la DOC. Aunque nosotros lo hacemos con uva de la DOCG, renunciamos al nombre de Prosecco para darle su lugar.
En la mezcla hay un poco de Chardonnay y Malbec autóctono. Es un vino muy amable, pero con perfil gastronómico.
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Mi abuelo fue un pionero. Viajaba por Europa y Estados Unidos tratando de entender los nuevos rumbos del consumo. En las décadas de los 60 y 70, notó que la gente se interesaba por vinos más modernos, con menos barrica, que las mujeres ya estaban bebiendo vino y se inclinaban por los blancos. Fue así que, en busca de un vino blanco, moderno, fresco y versátil, por primera vez sacó las pieles de la primera fermentación de un Pinot Grigio y lo vinificó en blanco. El resultado no sólo fue un vino sumamente atractivo, sino la creación de una nueva categoría que es hoy una de las más vendidas en todo el mundo. Lo bonito es que el éxito fue, además de Santa Margherita, para todo Italia y el mundo vitivinícola entero.
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Dentro de las 10 bodegas que ahora conforman el grupo, somos propietarios de Ca’ del Bosco, la burbuja más clásica y representativa de Italia, por supuesto en Franciacorta. En la Toscana tenemos la bodega Lamole di Lamole, en el territorio del Chianti Classico, entre lo más alto de la región. Torresella es una bodega que también fundó mi abuelo y que elabora Prosecco y Pinot Grigio de Venecia.
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“La cultura mexicana y la italiana tienen mucho en común: la alegría que se disfruta mucho. Queremos llevar a los mexicanos a un viaje gastronómico que emociona. Además, nuestros vinos van perfecto con la cocina de este país, ¡es un maridaje fabuloso!”
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Lo interesante es que, aunque es accesible y a un buen precio, nosotros tenemos control total desde el campo a la botella; esto da mucho orgullo, porque la calidad es extrema y podemos llegar al mercado joven para invitarlo al mundo de los vinos. Para nosotros el vino no sólo es un arte, es un estilo de vida, por eso tiene que haber un cuidado único.
La sorpresa para México es el lanzamiento de nuestro vino rosado tranquilo hecho cerca de Venecia con Chardonnay, Sauvignon y un toque de Pinot Nero que le da un perfil perfecto como aperitivo, muy fresco para climas cálidos.
Lo más bonito de nuestro grupo es que cada bodega se distingue en su propia denominación, y nosotros siempre tenemos como prioridad una cosa: la calidad. Para nosotros, la sostenibilidad es algo muy importante para dar valor a cada bodega, porque detrás de Santa Margherita hay una familia, gente sencilla con una visión a largo plazo que impulsa el negocio familiar”, concluyó.
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