Rancho Pescadero cerró sus puertas por dos años, pero está listo para ofrecer lujo y confort a todos los visitantes a uno de los destinos clave de nuestro país: Baja California.
El objetivo es ofrecer lujo responsable y en contacto con la belleza natural de una pequeña comunidad pesquera de Baja California. Desde la llegada, la naturaleza, materiales rocosos y nucha luz reciben a los huéspedes en un camino por el que puedes optar por avanzar en arena.
Su remodelación durante esta pausa abarcó 103 suites y villas frente al mar, cada una de ellas de líneas limpías y minimalistas donde la diseñadora local Alejandra Templeton preparó los baños con talavera, cabeceras de cama de Chihuahua, floreros de cobre de Michoacán y telas elaboradas en Tijuana, por mencionar un ejemplo.
La forma en que están colocadas las habitaciones permite que todas tengan una vista envidiable. Las villas cuentan con piscina de inmersión, fogata y acceso a una playa privada. Para la cocina se contempló un programa etnobotánico que ofrece ingredientes locales y de proveedores de la misma comunidad.
Entre sus facilidades tendrá un spa y centro de bienestar que incluyen la simulación de un cenote hasta un sauna de sal del Himalaya. Incluye además piscina olímpica, gimnasio interior y exterior y rituales y ceremonias.
Lisa Harper, propietaria del hotel, optó por reutilizar mucho de lo que se contaba del hotel original, resguardando la historia y facilitando el ahorro de materiales.
Prepara tu viaje, que se abrirá a mediados de julio. Reserva aquí.
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