Hoy más que nunca, la conciencia ambiental y la elaboración responsable es necesaria en todas partes. El viñedo no es la excepción. Conoce lo que Finca La Carrodilla está haciendo en este aspecto.
Cada vez son más vinícolas en el mundo las que se suman a las filas de la producción orgánica, biodinámica o responsable con el medio ambiente. Y una de las principales representantes de este movimiento en México es, sin duda, Finca La Carrodilla. En esta vinícola, las prácticas son orgánicas tanto en el campo como en la bodega, y el 80% de los vinos se producen sin sulfitos ni correcciones. Platicamos con el director general, Fernando Pérez Castro, para entender mejor la forma de producir de esta vinícola mexicana.
“En el campo trabajamos bajo el concepto de la agroecología: hacemos nuestra propia composta, la siembra de cobertura en los inviernos e inoculamos rizomas para favorecer la diversidad microbiológica. Además, los fertilizantes que usamos están basados en algas marinas”, nos cuenta Pérez Castro, quien puntualiza que, además del viñedo, en Finca La Carrodilla tienen un huerto en donde siguen las prácticas de la agricultura orgánica y la siembra es de temporal y rotacional; también producen quesos de animales libres de hormonas y durante otoño e invierno hacen libre pastoreo.
Te podría interesar: El papel de la altitud en el viñedo mexicano
“En Finca La Carrodilla estamos convencidos de que la parte más importante del proceso de vinificación ocurre en el campo”, comenta Pérez Castro. “desde la construcción del suelo hasta el monitoreo del viñedo, además del día en que se cosecha la fruta. Nuestro enólogo, Gustavo González, elige la crianza que necesita cada varietal para que, en copa, siempre predominen las características de la fruta; la madera es un acompañamiento para elaborar vinos equilibrados y complejos”, explica.
Para La Carrodilla, hacer vinos de calidad es igual de importante que hacerlos de manera ética e íntegra. “Hoy, los consumidores jóvenes prefieren vinos de baja intervención, y una de las misiones de nuestra vinícola es comunicar qué significa producir vinos de esta manera”, explica Fernando, no sin antes contarnos que “la evolución de la industria del vino en México está relacionada con lo que pide el consumidor, y gracias a que ellos están más informados y son más exigentes es que ahora es importante hacer saber la procedencia de la uva y la integridad en los procesos de vinificación”, abunda.
Te podría interesar: Las “burbujas hipsters” explicadas: qué es un pét nat
Para Fernando, el enfoque sustentable es la única vía para asegurarnos de que en el futuro se puedan seguir produciendo vinos de calidad. Si el valor principal de una vinícola es el terruño, es fundamental pensar en las acciones necesarias para protegerlo. Esto es una tarea indispensable para garantizar la calidad de los vinos.
En cuanto a los vinos, en Finca La Carrodilla tienen de todo un poco: Canto de Luna, hecho con Tempranillo, Cabernet Sauvignon y Syrah en partes iguales y vinos monovarietales como Chenin Blanc, Shiraz, Cabernet Sauvignon y Tempranillo, además de Así se va a las estrellas (sí, así se va, pero también así se llama), su mezcla bordalesa.
No sabemos hacia dónde va el vino en México, pero una cosa es segura: incluye las prácticas que desde ya se implementan en Finca La Carrodilla.
No Comment! Be the first one.