Al hablar de vinos espumosos, nuestro cerebro siempre migra a las elaboraciones más conocidas como Champagne en Francia, Cava en España y Franciacorta en Italia.
En Francia, la estirpe de los vinos espumosos tiene su epicentro en la zona de Reims y Épernay en el mismo corazón de la champaña. Las características del suelo calcáreo, clima frío y método de elaboración Champenoise, son la base de uno de los vinos más famosos y costosos en el mundo. La gran alternativa a ellos dentro de Francia son los Crémant, que se abren camino desde hace muchos años a la par de los espumosos en el mundo y tienen su primera AOC hace casi 47 años.
Vinos Crémant
Los Crémant comparten método de elaboración con el Champagne, por lo que tienen un alto valor en calidad con un reducido en cuanto a precio. Son ideales para quienes quieren brindar con un espumoso de calidad, sin gastar mucho dinero. Crémant son vinos elaborados con el método tradicional dentro de Francia que no pertenecen a Champagne, y que hoy en día han desarrollado sus propias AOC (Apelaciones de Origen Controlada).
Los Crémant fueron elaborados con una presión de burbujas menor a los Champagne, de 5 a 6 atmósferas, que dan en boca una textura más cremosa que otros espumosos por la menor presión de gas (de 2 a 3 atmósferas), y por eso se llamaron crémant, debido a este tacto en boca tan peculiar.
En Francia podemos distinguir varias zonas que elaboran vinos de Crémant, ocho en particular que son: Crémant de Alsace, Crémant de Borgoña, Crémant de Loire, Crémant de Jura, Crémant de Savoie, Crémant de Die, Crémant de Limoux y Crémant de Burdeos. Todos ellos con elaboraciones que compiten con los mejores espumosos del mundo, pero a precios mucho más asequibles. Con una tendencia más sutil y ligera en boca, y con tiempos de guarda sustancialmente menores que los grandes Champagne por su mineralidad y diferencial de suelo.
Todas las regiones imprimen su carácter legislativo en las uvas utilizadas, rendimientos y métodos de cosecha (siempre manuales), así como estilo de elaboración (menor presión de espuma) y tiempo de guarda en botella (nueve meses, como mínimo).
Entre las uvas que podemos encontrar por zona tenemos:
- Crémant de Alsace: Pinot Blanc, Auxerrois, Pinot Gris, Riesling, Chardonnay, Pinot Noir.
- Crémant de Borgoña: Chardonnay, Pinot Noir con un uso ocasional de Gamay, Pinot Blanc, Sacy, Pinot Gris, Aligoté y Melon de Bourgogne.
- Crémant de Limoux: Chardonnay, Chenin Blanc, Mauzac (localmente llamada Blanquette).
- Crémant de Loire: Pinot Noir, Chenin Blanc, Cabernet Franc.
Regiones Crémant
Sin lugar a dudas, el Crémant más conocido es el de Alsace, que tiene el 50 % de la producción total. Cubierto por la cordillera de los Vosgos, tiene un clima ideal para vinos blancos y espumosos, con un mosaico de suelos inmejorables para elaboraciones de gran calidad. Los vinos son en concreto monovarietales, pero existen mezclas fantásticas utilizando la Pinot Gris como sinergia.
La segunda zona más importante son los Crémant de Borgoña, los cuales se desarrollan de manera fabulosa en Chablis y Chalonnaise, uniendo dos uvas tradicionales de las zonas frescas como son Chardonnay y Pinot Noir. Son menos complejos y minerales que los alsacianos.
Finalmente, llegamos al Valle de Loire, colmado de castillos con la uva Chenin Blanc como representante principal en las mezclas, con atisbos de limón, manzanilla y pólvora, en algunos casos bien conocidos, aunque sabemos la potencia de la Sauvignon Blanc para elaboraciones en blanco y espumoso.
Terminamos este ligero viaje por las zonas francesas de Crémant, un vino muy arraigado en Francia, de magníficas calidades y que compite perfectamente en precio con otros estilos del mundo. Sólo falta degustarlo.
Un abrazo.
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