Todo lo que necesitas saber para emprender un viaje entre viñedos y entender el vino desde la tierra
Conducir entre viñedos, detenerse en bodegas escondidas, probar vinos donde nacen y conversar con quienes los hacen es una forma sensorial, accesible y enriquecedora de acercarse al mundo del vino. Hacer un roadtrip enológico no es exclusivo para expertos: es una invitación a entender el vino desde su origen.
Como todo buen vino, un buen viaje requiere planeación. Investiga la región vitivinícola que visitarás: sus valles, estilos, temporada ideal y si cuenta con espacios educativos como museos o talleres de cata. Lugares como el Museo de la Vid y el Vino en Baja California ofrecen un primer acercamiento valioso.
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Tener un itinerario flexible pero claro permite disfrutar sin perder lo esencial. Muchas bodegas requieren cita, así que conviene reservar con anticipación y combinar proyectos grandes con casas pequeñas. Viaja ligero, pero no olvides lo esencial: ropa cómoda, protección solar, lentes, sombrero y una libreta o app para registrar tus descubrimientos. Si piensas comprar vino, lleva una hielera para protegerlo del calor.

🚘 Consejos para la experiencia
- Designa un conductor si planeas catar en varias bodegas, o considera contratar transporte o tours guiados
- No sobrecargues tu agenda: dos o tres visitas bien hechas al día son suficientes
- Consulta si hay vendimias, festivales o catas especiales que puedas incluir en tu itinerario
- Llega puntual, pregunta antes de tomar fotos y agradece siempre el tiempo del equipo de cada bodega
Caminar entre vides, conocer los suelos y explorar la cava permite entender el vino desde la raíz. Preguntar sobre clima, barricas o procesos enriquece la experiencia. Degustar en origen da acceso a etiquetas únicas y proyectos emergentes, además de propuestas como maridajes locales o pícnics entre viñas.
Porque como bien se dice, el vino se bebe dos veces: cuando lo pruebas y cuando lo recuerdas. Y no hay mejor recuerdo que aquel que se vivió con el viento en la cara, el mapa en las manos y la emoción de un camino que aún no termina.
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