El ingrediente secreto es el respeto a cada elemento que compone el menú
San Miguel de Allende, joya colonial declarada Patrimonio Cultural de la Humanidad por la UNESCO, se distingue por su riqueza histórica, artística y gastronómica. A lo largo del tiempo, esta ciudad se ha consolidado como un destino predilecto para los viajeros que buscan experiencias culinarias auténticas, enmarcadas en una atmósfera de belleza y tradición.
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En la calma y elegancia que transmite el Hotel Rosewood San Miguel de Allende, la nueva propuesta gastronómica bajo la dirección del chef Odín Rocha, nace con la intención de convertirse en un referente regional, donde el respeto por el entorno, el producto y la cultura local son pilares fundamentales.

Fiel a la filosofía Rosewood Impacts, este espacio se abastece mayoritariamente de ingredientes frescos y sostenibles, de los cuales el 80 % provienen de productores ubicados en un radio menor a 100 kilómetros. Esta proximidad garantiza calidad y sazón, al tiempo que fortalece la economía local y minimiza el impacto ambiental.
Por ejemplo, los quesos y derivados lácteos son recolectados de una granja en el que el bienestar animal es la clave para la calidad de los productos. Las hortalizas son entregadas por un rancho que respeta la temporalidad y recolecta el agua de lluvia para el riego de cada cultivo. La cocina, en mancuerna con todos los productores del área, realizan en conjunto platos sinceros, que demuestran amor y cuidado por la forma en la que se obtiene cada ingrediente.

El restaurante se encuentra inmerso en una atmósfera natural privilegiada, rodeado de vegetación exuberante y dominado por un majestuoso árbol de pirul que da nombre al espacio. Cuenta con áreas interiores y una terraza al aire libre desde la cual se disfruta de una inigualable vista de la Parroquia de San Miguel Arcángel. El diseño, a cargo del despacho Cuaik Arquitectos, integra materiales locales seleccionados por su durabilidad y belleza atemporal, reflejando la identidad cultural del destino en cada detalle.
El regreso del chef Odín Rocha al Hotel Rosewood marca una etapa significativa para su cocina. Su enfoque se distingue por la revalorización de técnicas tradicionales, la creatividad en los procesos y una búsqueda constante por honrar la diversidad del territorio. Pirules adopta una filosofía culinaria centrada en el aprovechamiento total de los ingredientes, la reducción de desperdicios y la reinterpretación de sabores locales, y por eso cada plato brilla.
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El menú destaca preparaciones como la trucha salmonada curada o la barbacoa de cosecha de temporada, platillos que evidencian el compromiso del chef por capturar la esencia del entorno en cada creación. La propuesta se presenta con sobriedad, precisión y respeto por los ingredientes, invitando al comensal a vivir una experiencia sensorial profunda, guiada por el sabor y el origen.

Por si fuera poco, la barra, dirigida por Ana Paula Ulrich, incorpora elementos frescos en la coctelería del lugar, poniendo especial atención a cada detalle detrás del orígen de los ingredientes. La elección de las marcas y los estilos de los destilados no es casualidad, pues está pensado para explotar las esencias, sales y reducciones que los tragos ofrecen.
Pirules Garden Kitchen es una celebración del patrimonio culinario de San Miguel de Allende, donde cada bocado cuenta una historia, cada elemento está cuidadosamente pensado y cada platillo expresa una visión contemporánea de la cocina regional. Más que una mesa servida, es una invitación a redescubrir la identidad gastronómica del Bajío desde un enfoque sustentable, elegante y honesto.
PIrules Garden Kitchen
📍 Nemesio Diez 11, San Miguel de Allende, Guanajuato
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