Con más de 200 años de historia, Calvet lleva la esencia de las regiones vitivinícolas francesas a México
Hablar de Calvet es recorrer Francia copa en mano. Fundada en 1818 por Jean-Marie Calvet, esta casa vinícola con más de dos siglos de historia ha hecho de la expresión regional su principal distintivo. A diferencia de otras bodegas que centran su producción en un único terroir, Calvet ha construido su identidad explorando la diversidad de las regiones vitivinícolas francesas, desde Burdeos hasta Borgoña, pasando por el Ródano, el Loira, Languedoc y más.

Lo interesante de este enfoque es que no se trata de una marca genérica que produce “vino francés” en un sentido amplio, sino de una que busca representar la autenticidad de cada zona. Los vinos de la marca se elaboran en colaboración con enólogos locales, lo que permite capturar con precisión el carácter de cada apelación. En cada etiqueta se percibe una intención de preservar el estilo de la región a la que pertenece, respetando sus particularidades climáticas, geológicas y culturales.
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Entre sus referencias más emblemáticas se encuentran los vinos de Burdeos, con etiquetas como Calvet Réserve, Calvet Varietals o Calvet Limited Release. Esta última línea propone ensamblajes que, si bien no pertenecen a una denominación específica, buscan ofrecer perfiles accesibles, con la frescura, la estructura y el equilibrio que caracterizan a la región. La bodega también ha explorado otras áreas como Borgoña, con vinos delicados y elegantes; el Valle del Ródano, donde se privilegia la intensidad y la expresión especiada de sus varietales; o el Loira, que aporta blancura y mineralidad a su portafolio.

Este amplio abanico se traduce en una oferta versátil, donde conviven tanto etiquetas orientadas a quienes comienzan a explorar el vino, como otras con mayor complejidad para el aficionado experimentado. Si algo los distingue es su vocación por conectar al bebedor con el origen del vino, sin importar su nivel de conocimiento o experiencia.
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Con una distribución presente en más de 100 países, Calvet ha sabido mantenerse como una de las marcas francesas más reconocidas en el mundo. Pero más allá de los números, lo que la sostiene es la coherencia con la que ha cultivado su legado: llevar al mundo el espíritu de los vinos regionales franceses, con fidelidad, consistencia y un estilo accesible que no compromete la calidad.

En México, ha encontrado una audiencia que valora tanto la tradición como la accesibilidad. Sus vinos están disponibles en tiendas especializadas y grandes superficies, lo que ha permitido que cada vez más consumidores descubran el estilo regional francés sin necesidad de una gran inversión. Para sommeliers y restauranteros, representa una opción confiable a la hora de maridar con cocinas diversas, gracias a su amplio portafolio y consistencia en calidad.
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